viernes, 17 de abril de 2015

La perfección del pensamiento

Anoche me prometí no volver a quererte (aunque para eso tendría que dejar de vivir), para no volver a experimentar ese vacío que sentí al darme cuenta de que todo sucedió en mi mente.
A pesar de sentirte muy dentro, prefiero pensar que solo ha sido eso, un sueño porque seguro que en la realidad, ni siquiera te acercarías a la perfección con la que amas en la ficción.

#AtenteamenteNuncaTuya

PD: Siempre estamos a un paso, una palabra, un suspiro o un beso de distancia.
Siempre será eso distancia...

Felicidades!!

Cómo felicitar a este maestro, sin proclamar lo que siento "nuestro". Aprendería a bailar flamenco o incluso a navegar en velero, sólo para perderme contigo ya sea en Sevilla, Cádiz o en mar abierto.
Tienes 6 años más que cuando cantabas "soy feliz así". Espero que sigas feliz, a pesar de no venir a cantar aquí. Seguro que te enamorarías de mi Norte como yo me enamoré de tu Oeste.
¿Qué tal si dejamos a los puntos carnales adueñarse de los cardinales? Permitiéndome así recorrer el planeta de tu piel y ser el barco que encallado en tu coral, te jura que nunca se irá.

#Felices32Gallego

PD: Quiero buscar constelaciones en tu espalda.

martes, 14 de abril de 2015

Felicidad, qué bonito nombre

Felicidad es tenerte a mi lado al despertar. Dormido, rendido al oleaje que mece tu pecho con esa respiración hipnótica y todo tu ser vulnerable como un bebé. Inhalar tu esencia y empaparme de ella, porque es el combustible que mueve mi corazón.
Tu cuerpo es el bosque al que siempre acudo para perderme y en él, siempre aparecen caminos nuevos y un sin fin de rutas que recorrer. El mismo que me deja una gran huella cuando se va con la promesa de que algún día volverá.
Y qué decir de los susurros antes de dormir, mi cuerpo reacciona a tu voz, como un bebé que reconoce a su padre antes de nacer, pertenece a ti y siempre te buscará aunque nos separe un océano.





Echo de menos tenerte cerca y ponerme roja cuando me rozas.








"Tengo un corazón tan leal a ti, que duele..."

Soledad

Es muy duro cuando anhelas algo que nunca has tenido. Es como una necesidad de sentir en tus propias carnes, la alegría que derrochan los demás y preferir el dolor de haber perdido, antes que el vacío de no sentir. Pero ese sentimiento no llega y en caso de subirte hasta el cielo, lo hace en silencio, y al no corresponderse te deja caer al infierno. Lo que deja doble ración de dolor y no hay lugar para la alegría.