Una locura diferente

Entre tu y yo hay un infinito, en el que se encuentran todas las posibles palabras, con las que nos deleitas, acompañado por un cuerpo de mujer con cuerdas. Según empiezas a estimularla, nos trasladas al paraíso o al infierno por no ser la afortunada que nombras, afortunada por haber dejado huella, por haber formado parte de ti.

Cuántas veces habremos dicho, ¿Por qué no seré ella? Eres capaz de crear una montaña rusa de sentimientos con tan solo abrir la boca, en menos de dos horas  nos desestabilizas y tu vuelves a tu vida como si nada, pero a las demás nos cuesta un universo volver a un equilibro emocional (no puedo decir que a volver a ser las de antes, porque nadie que te conozca, después de verte se queda indiferente).

No hay mas cura que escucharte una vez tras otra para hacerte mas presente en nuestras vidas el día de después.

Te tengo ganas

Te diría tantas cosas que no sé cómo expresar,
mientras tanto no te pareo de pensar.
Ojalá vuelva pronto en mi,
porque a ese paso me vuelvo loca por ti.

Vuelvo a ser la niña
que admira al hombre que la guía
pero nunca la puede alcanzar.
Él corre más rápido
y cuando llego ya se ha ido.

La luna me sorprende,
admirando una sombra en la distancia
hablando con las olas
que preguntan ¿Cuándo regresarás?
Un hasta que volvamos a vernos no es suficiente,
necesito verte
para no sentirme inerte.

Mientras tanto apaciguo mis ganas
mirándote tras la pantalla,
escribiendo versos sin control
para no pedirme otro ron
que incremente esta locura,
la cual reza por tu voz.

Sueños

Es una tortura despertarme
en medio de la noche
sabiendo que soñaba contigo
y no acordarme del sueño.

Últimamente me pasa mucho,
pero hubo una vez en que
acurrucada en tus brazos
no existían miedos,
dudas ni desprecios.

En ese cálido rincón
solo había lugar para
sueños, esperanzas y deseos.